Una cena cocktail repleta de buffets. Ésa era la idea de este cliente. Lo tenía claro, una barra gigante central de de pizarra y personalizada para la ocasión y mesas alrededor de madera y hierro y barricas. Querían disfrutar de una cena amena, donde lo importante era, sobre todo, saborear el cava y la comida.
Por eso decidimos hacer dos niveles de mesas, para que se pudieran sentar todos pero cogiera el efecto de cena cocktail. Habían mesas alargadas y otras cuadradas más pequeñas, mesas con sillas y otras con taburetes, de manera que con esta decoración conseguíamos que hubiera más movilidad en el recinto.
En otra sala montamos un pequeño chill out siguiendo con el estilo de la cena. Éste contaba con sofás de piel marrón y sillones de cuero. También optamos por mesas de madera y pufs de saco, todo siguiendo la misma tonalidad. Un rincón pequeño pero de lo más acogedor.
La única condición era que todo respirara un ambiente naranja para que destacara el color corporativo de la marca, y así fue ya que los vasos, las servilletas y hasta las flores eran de color butano. Y es que en cada evento los detalles son los que marcan la diferencia.