Cada pareja es un mundo y cada boda tiene que respirar la esencia de sus novios. Quizá lo más bonito de la decoración de una boda es que entren los invitados y que vean reflejados a los novios en cada uno de los detalles. Y eso es algo que saben hacer muy bien las Wedding Planners Natalia y Lola. Está claro que no conocéis a esta pareja pero por las fotos enseguida sabréis que son unos "vintage lovers".
Desde la ceremonia, con las sillas de hierro forjado en mint y blanco, hasta los buffets y cada copa de color malva o cada plato respiraban ese aire vintage/romántico. Los colores estaban muy bien cuidados y se repetían en cada uno de los detalles. Como era en el campo no quisieron perder ese tono rústico, por eso los platos de respeto eran de ratán y la silla de mimbre, nuestra nueva silla Palau.
Como era al aire libre y no querían jugársela con el tiempo, la lluvia, el viento, etc optaron por poner una carpa tipo haima. El banquete estaba iluminado con guirnaldas lo que le daba una luz cálida y de verbena.
En definitiva una boda de pies a cabeza. Una de esas bodas para recordar con unos novios arriesgados que no se conformaron con lo tradicional, sino con su propio estilo. Todo de la mano de las profesionales Wedding Planners Natalia y Lola.