El amor no tiene estación y por mucho que la mayoría de parejas se empeñen en casarse en los meses más cálidos del año hay quien se sale de la norma y elige el frío, el olor a castañas o las noches largas de invierno para dar el sí quiero.
Es el caso de esta pareja que decidieron celebrar el banquete en la sala de cristal de Can Magí donde se reflejaban las estrellas gracias a un techo de cristal, que da nombre a la sala, que es lo suficientemente alto como para recrear un auténtico bosque de otoño.
Para conseguirlo Madera & Chocolate ideó un montaje que resultó ser más que espectacular. Unas estructuras totalmente decoradas con algodón, roble y diferentes motivos florales eran los protagonistas de la sala, lo que daba altura y recreaba un bosque encantado. En el centro de cada mesa musgo, calabazas y más algodón seguían dando un ambiente de ensueño al banquete.
Los novios tenían claro que el material de Crimons acabarían de dar el toque que les faltaba, y no dudaron ni un segundo que el plato de respeto pizarra sería el que presidiría la mesa junto con unas copas ahumadas en marrón verdoso que conjuntaban con la madera de la mesa y el verde de las flores. La servilleta no podía ser de otro color que granate y por eso se las confeccionamos para conseguir un montaje único y totalmente personalizado.
Y es que no sólo las bodas de verano en forma de verbena tienen encanto, hay montajes increíbles más melancólicos con luces más tenues de esas que indican que el frío ya llegó y que son irresistiblemente románticos y apasionados.
CREDITS:
- Fotografía: Sebastià pagaroles
- Wedding planner: Madera & chocolate
- Floristería: Ros Barcelona
- Venue: Can Magí