Nostalgia máxima era lo que sentíamos, siempre detrás de todos los eventos, pero pocas veces en primera línea. Queríamos volveros a hacer protagonistas y que dejarais de lado las escaletas, los timmings, las prisas y los nervios para para vivir una noche de risas, de paréntesis y mente despejada. Es cierto que la falta de tiempo era nuestro peor aliado pero al final la ilusión siempre gana y por eso decidimos haceros vivir una experiencia diferente.
Pensamos hacer algo más experiencial y por eso optamos por un Improshow, un teatro improvisado en el que la historia va a cargo del público mientras que unos actores interpretan lo que ellos han escrito. Para ello, montamos una nueva carpa de Veleo, el modelo Niza. Eran 620 m2 de carpa donde colocamos un escenario y unas gradas con mesas al más puro estilo de trattoria italiana.
Para la recepción y para el cocktail que teníamos preparado después del espectáculo, montamos nuestra barra más premium: El Metropolitan. De madera y hierro y una altura de casi 4m daba la bienvenida a más de 300 asistentes que se quedaron impresionados por el montaje.
Y fue gracias a todos y cada uno de nuestros colaboradores que pudimos hacer de esa noche una velada para el recuerdo. Gracias una y otra vez a Veleo por su megacarpa y buen hacer, a Soundworks por la increíble iluminación y sonido, a Carles Bonnin por sus deliciosos cócteles, a Giró i Ribot por el gran vino que degustamos, Le Cucine Mandaroso por su deliciosa pasta que dio tanto glamour a la trattoria que montamos, Tibidabo brewing por sus cervezas artesanas que inauguraron para la ocasión, Mel Smé por su voz, su música y su puesta en escena; a Somos Noir por sus fotos, sus vídeos y su dedicación, a Lagrimones por sus textos delicados y personalizados y a Bimbamroi por su apoyo incondicional y buen hacer y a Improshow por no parar de hacernos reír durante toda la noche. Pero sobre todo, gracias a TODOS los que asististéis e hicitéis posible este evento, ¡sois lo más!